El DANE ha publicado los resultados del crecimiento del Producto Interno Bruto en Colombia para el año 2022, 7.5% respecto al año 2021. Es importante recordar que había crecido en ese año en un 11% frente al 2020.
En términos generales podría decirse que es un buen resultado si miramos la cifra como tal, después de todo está muy por encima de ese 5% que se ha definido como un resultado adecuado para las expectativas y necesidades de desarrollo del país. No obstante, inquietan dos cosas: Una, está muy por debajo del 2021 (un 32% menos); dos, la mas relevante en mi concepto, el muy bajo resultado del ultimo trimestre de 2022 que además parece marcar la tendencia para 2023.
Como había comentado en mi columna anterior los resultados del Sector Comercio en el último mes de diciembre no fueron tan satisfactorios cómo se esperaba y al revisar el boletín del DANE, respecto a los resultados del sector en el 2022, encontramos que tuvo un crecimiento del 10.7%; debemos mencionar que para el 2021 este sector creció el 21.7%, es decir prácticamente bajó a la mitad. La Industria Manufacturera en el año 2022 creció el 9.8% que podría considerarse muy bueno; pero, igualmente, si hacemos una comparación con el resultado del año 2021 donde había crecido un 14.7%, observamos que decreció un 33%.
En términos generales, la mayor parte de las actividades económicas que se incluyen en el estudio del DANE decrecieron frente al año anterior (se hizo realidad lo que planteaba la Ministra de Minas Irene Velez de “decrecer”). Pocos sectores presentan crecimiento entre 2021 y 2022: Información y Comunicaciones pasó del 11.8 al 14.2%; igualmente el tema de Actividades Artísticas y de Entretenimiento que había crecido un 33.7% en el 2021 Y subió al 37.9% en el 2022. Algo parecido sucede con el sector de Actividades Financieras y de Seguros que había crecido en 3.7% en el 2021 y subió al 6.5% en el 2022; lo mismo que con el sector de la Construcción, que pasa del 5.7% al 6.4%.
Pese al incremento en el sector Construcción, hay gran preocupación en el tema de construcción de vivienda por el agotamiento de recursos para subsidios de tasa frech (que beneficia especialmente a personas de clase media) al igual los del programa Mi Casa Ya y que el actual gobierno no haya definido los mecanismos para garantizar recursos para ambos. Este asunto, adicional al incremento en las tasas de interés, ha generado grandes inconvenientes a compradores y vendedores de vivienda; si el gobierno no actúa rápidamente para corregir estas situaciones se puede tener un impacto muy grande en la economía del país ya que es uno de los sectores que más dinamismo genera en todos los aspectos, en especial en la creación de empleo.
Definitivamente el último trimestre del año 2022 (muy por debajo de los tres primeros) fue el que mayor efecto tuvo en el resultado del crecimiento total del año. Debemos recordar que en el mismo periodo del año 2021 el producto interno bruto de Colombia creció 11.3% mientras que en el último trimestre del 2022 apenas creció en 2.9%. El contraste es muy significativo y el impacto también.
En el 2022 los resultados del PIB fueron: Primer trimestre creció 8.5%, segundo trimestre creció 12.6% y el tercer trimestre creció 7.9%; como ya lo mencionamos, en el cuarto trimestre apenas creció el 2.9%. En conclusión, el resultado de 7.5% de crecimiento del año 2022 está fundamentado en los resultados de los tres primeros semestres. Preocupa la tendencia de este último trimestre del 2022 y su impacto en el 2023.
Habrá que esperar que pasa en los primeros meses del año con los demás sectores económicos. En mi anterior columna había mencionado que específicamente en el subsector de venta de vehículos los resultados de enero no habían sido inferiores a igual periodo de 2022; es muy posible que este sea el mismo resultado en otros sectores especialmente del comercio y de la industria por tanto las expectativas de crecimiento de Colombia en el año 2023 son bastante moderadas: El Banco Mundial corrigió a la baja su perspectiva para Colombia y la situó en 1.3%, el Banco de la Republica en solo el 0,5%.
A este complejo panorama se adiciona que la inflación sigue desbordada, las tasas de interés continúan al alza y los mensajes del gobierno no ayudan para nada; no solo mantiene su voraz apetito de gasto y crecimiento burocrático, además anunció que buscará una adición presupuestal de $23 billones, pese a que el Presupuesto General de la Nación del 2023 ya había crecido a $405.6 billones (15,1% más que en el 2022).
Lo complejo del tema es que, como he mencionado anteriormente, si se da esa desaceleración económica y los crecimientos del Producto Interno Bruto en el país bajan del 5%, se afectaran muchas empresas y miles de personas ya que sin duda desembocará en mayor desempleo, por ende se afecten otros sectores de la economía generando una peligrosa bola de nieve que causará graves estragos.