Aunque ya pasaron varias semanas desde la votación en segunda vuelta para la elección de presidente en Perú, todavía no hay un resultado definitivo. Luego de contabilizar más de 17 millones de votos, la diferencia entre los dos candidatos, Pedro Castillo de extrema Izquierda y Keiko Fujimori de derecha, es apenas de unos 40 mil votos. Se han encontrado serias irregularidades en numerosas actas emitidas en mesas de votación, que indican que se habría presentado una grave situación de fraude en favor de Castillo.
Circulan por redes sociales videos de reuniones que se llevaron a cabo antes de las elecciones, en las que aparentemente miembros de la campaña de Castillo están adoctrinando a algunos jurados de votación para que se apoderen de los resultados. Se han registrado votos de personas fallecidas y mesas en las que las cuentas definitivamente no cuadran.
Ya se comenzaron a ver en Lima y en las principales ciudades del Perú masivas marchas en apoyo a cada uno de los candidatos. La impugnación de actas por parte de ambas campañas y la estrecha diferencia, ha hecho imposible que las autoridades electorales se pronuncien en favor de uno de los dos candidatos.
De Pedro Castillo se dice que no tiene las condiciones para asumir la presidencia, por el desconocimiento que ha mostrado sobre los temas nacionales en las entrevistas y en los pocos debates a los que asistió. También se afirma que sería el ultra comunista Vladimir Cerrón el que gobernaría en caso de ganar Castillo. Keiko Fujimori, por su parte, enfrenta investigaciones judiciales que amenazan incluso llevarla presa. Lamentablemente, los peruanos no han tenido mucho de dónde escoger.
Sin embargo, es evidente que Castillo pertenece a la misma corriente política e ideológica de Nicolás Maduro y que su partido convertiría a Perú en otra Venezuela al llegar al poder. Prácticamente ya lo anunciaron, y el Foro de sao Paulo emitió un comunicado en el que expresa su firme solidaridad con Castillo.
Por otra parte, un grupo de congresistas de varios países de la región, junto con periodistas, empresarios, académicos, diputados y miembros de la comunidad política latinoamericana firmaron un documento en el que solicitan repetir la votación de la segunda vuelta. Además de la fuerte sospecha de fraude y la estrecha diferencia, argumentan que se ha creado un ambiente de polarización que no es conveniente. También los preocupa la posición de los exjefes militares, que insisten en que las Fuerzas Armadas no permitirán que se acepte un resultado con altas sospechas de fraude. Además, los firmantes cuestionan la intromisión en esta crisis peruana de presidentes en ejercicio y de expresidentes, todos afectos al Foro de Sao Paulo y a la extrema izquierda.
En lo que se equivocan los que hacen esa propuesta, es en que están seguros de que ambos candidatos la valorarán positivamente. Lo más probable es que Castillo no esté interesado en repetir esa segunda vuelta, porque con el estrecho margen que tiene a su favor, se siente ganador. Ya se ha proclamado como presidente electo, aunque las autoridades peruanas no lo han reconocido así.
Keiko en cambio, repuntó de manera muy significativa al final de la campaña, lo que permite suponer que una nueva votación la podría favorecer.
La situación es compleja y la polarización del país es muy marcada. En caso de repetirse la segunda vuelta, Perú tendría que extremar las medidas de control para evitar que se presenten las irregularidades que se han visto.