Por: Duván Idarraga
Alguien que conozco (es economista y defensor del gobierno Petro; pese a su formación dice que económicamente el país va muy bien) hace poco me decía que la Inversión Extranjera Directa (IED) en Colombia estaba alcanzando niveles nunca vistos. Otros defensores sacan pecho por el resultado de la inflación, que ha bajado en los últimos meses para ubicarse en el 10.15% (anualizada). Como es costumbre en los seguidores y aliados de este gobierno, son muy dados a vender ilusiones a partir de cifras que no se conocen o cuya interpretación acomodan. Explico por qué:
Frente al tema de la Inversión Extranjera Directa (IED), según cifras del Banco de la República, hasta el tercer trimestre del 2023, para el total de actividades económicas, representaba US$12.797 millones; si lo comparamos con igual periodo del 2022, US$13,091millones, encontramos una disminución de US$294 millones que equivalen al 2.25%; por tanto, no es como dicen los seguidores el gobierno que está allegado a niveles nunca vistos, por el contrario,decrece.
Donde es más significativa la disminución de la I E Des en el sector petrolero; hasta el tercer trimestre del 2022 obtuvo US$2.339 millones versus US$1.992para igual periodo del 2023, lo que representa una reducción de US$347 millones de dólares que equivalen al 14.82%. Es absolutamente claro que las políticas, anuncios y decisiones del gobierno Petro frente a este sector están ocasionando una disminución considerable en el flujo de inversiones que el país requiere si deseara mantener la autonomía energética.
Por el lado de la inflación, la forma en que presentanel resultado los aliados del gobierno lo hacen ver muyfavorables y como un gran logro. Hay un decrecimiento en esta variable ya que el dato a noviembre del 2023 es de una inflación anualizada del 10.15%, si la comparáramos con junio del 2022 con un 9,23% hay 92 puntos porcentuales de crecimiento que equivalen al 9,97%; si la analizamoscon la inflación del año 2022, que fue del 5.6%, sigue siendo una cifra casi del doble.
Si dejamos el análisis hasta las comparacionesrealizadas, podría decirse que se viene haciendo un trabajo adecuado de reducción, aunque está lejos de los resultados del 2022. Si hacemos una revisión en el contexto internacional observamos que la inflación de Colombia es apenas superada por Argentina (148.2% a noviembre de 2023 y 138,3% anualizada) y Venezuela (182,9% a noviembre de 2023 y 282,7% anualizada); es sabido desde hace varios años quegracias a los gobiernos de izquierda esos países han tenido debacles económicas y especialmente en esta variable, logrando inflaciones que superan el 150% anual. Es decir, no son países para comparar el desempeño de Colombia; pero ser el tercer país con mayor inflación en la región, es muy diciente.
Lo anterior se evidencia en que a noviembre de 2023 países como Uruguay alcanzó el 5,22% (4,96% anualizada); Honduras el 4,65% (5,04%anualizada); Chile el 4,5% (4,3% anualizada); Guatemala 4,06% (4,3 % anualizada); Brasil 4,04% (4,68% anualizada) y México 3,93% (4,32% anualizada). Como ven, al efectuar la comparación respecto al resultado de inflación en países de economías similares a las de Colombia, el resultado es muy diferente y preocupante, prácticamente la inflación nuestra duplica el resultado de estos.
El gobierno Petro viene culpando a la Junta Directiva del Banco de la República por resultados de la inflación, exigiendo una disminución en las tasas de interés (él considera que esto es lo que impide que la inflación baje más), olvida que parte importante de la inflación está relacionada con el desbordado incremento en el gasto del Presupuesto General de la Nación que no se ha visto reflejado en inversiones sino en burocracia. Además, decisiones del gobierno actual,como el alza desmesurada en los combustibles, así como el impuesto a los tenderos y a un grupo importante de alimentos de la canasta familiar (a partir de noviembre 01 de 2023); sin duda tendrán un alto impacto inflacionario (es el deber ser, esperemos que nos dice el DANE; de pronto sorprende con una reducción en la materia, como ha dicho que ha bajado el desempleo pese a las caídas considerables en construcción, comercio e industria).
Otro de los aspectos en los que aliados del gobierno sacan pecho es en el recaudo de impuestos, comparado con el año 2022 ha tenido un crecimiento del 13%.Esto, por supuesto, es una muy buena noticia; pero debemos recordar que estos impuestos están calculados a partir de las utilidades que arrojaron las empresas en el año 2022, donde el dinamismo de la economía y las utilidades de las mismas fueron sobresalientes. Debería proyectarse cuál va a ser el comportamiento en el recaudo de impuestos para el año 2024, a partir de las utilidades que arrojarán las empresas (que aportan más del 90% de los impuestos que se recaudan en Colombia) al cierre del 2023. Sin duda, habrá una caída considerable en las utilidades y por ende en el recaudo de impuestos (como he mencionado en columnas anteriores, son muy preocupantes los resultados de sectores como Construcción, Comercio e Industria, pilares de la economía colombiana).
Si se hiciera ese análisis técnico sobre las expectativas de recaudo de impuestos del 2024 deberían sonar señales de alarma; es clarísimo que el recaudo de impuestos va a caer mientras (como también he mencionado en columnas anteriores) el Presupuesto General de la Nación (PGN) tiene un crecimiento desbordado, para el año 2024 el 19.67% frente a 2023.
En conclusión, tanto a nivel de Inversión de Extranjera Directa (IED), como en lo que tiene que ver con la inflación, los resultados siguen siendo inquietantes; se mantienen las grandes preocupaciones sobre el futuro económico de Colombia. Más grave aún, no se observa por parte del gobierno actual una estrategia que apunte a revertir los resultados actuales, dinamizar la economía como se requiere y generar el ambiente de confianza necesario para que el sector privado realice las inversiones requeridas que contribuyan con el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB). Por donde se mire, nada favorable el panorama económicopara el país y los colombianos.
Nota: Esta es mi columna de cierre del año 2023; para los lectores y colaboradores de El Expediente, mis mejores deseos en esta Navidad y en el Nuevo Año.Dios mediante, retomaré la columna después de la segunda semana del mes de enero del 2024.