Por: Duván Idarraga
Por estos días aliados del gobierno, con el apoyo de las bodegas de desinformación que manejan, tratan de presentar como grandes resultados de la economía del país y por ende de la gestión de Gustavo Petro, variables como la inflación y un supuesto incremento de la Inversión Extranjera Directa (IED), como una muestra de confianza. Nada más lejano de la realidad que estas aseveraciones, veamos:
En el caso de la inflación, es claro que se mantiene la tendencia de disminución y para el mes de agosto del año 2023 cerró en el 11.4%. Pero ello, necesariamente, no implica que sea un resultado para sacar pecho. Primero, no se puede desconocer que sigue siendo un registro bastante alto, no se ha recuperado el camino de un digito. Segundo, lo más importante, si se hace una comparación frente a los resultados de otros países con condiciones similares a Colombia en la región (con los que es usual la comparación) como Chile (5,3%), Brasil (4,1%) y México ( 4,6%) observamos que el resultado lejos de ser algo positivo sigue generando bastantes inquietudes porque, tanto en estos tres países como en la economía mundial en general (Estados Unidos tiene 3,7% mientras la zona Europea es de 5,3%), la inflación viene cediendo de manera considerable, algo que en Colombia no sucede.
Por el lado de la Inversión Extranjera Directa (IED)tampoco son halagüeños los resultados; es más, se observa una disminución en el flujo total hacia el país. Eso sí, se mantiene la relevancia de este flujo de inversión en los sectores de petróleo y minas lo que,como he escrito en columnas anteriores, resulta paradójico dado que son los sectores que el gobierno actual ataca al punto de decidir acabarlos totalmente; para ello, decidió suspender contratos de exploración y explotación, sin importar la gravedad de esta decisión y las implicaciones para la finanzas públicas del país; literalmente, está matando la gallina de los huevos de oro.
De acuerdo al informe, por actividad económica y total del Banco de la República (datos tomados directamente de su página web), la Inversión Extranjera Directa en el lapso enero a junio de 2023 equivale a US$9,561 millones; de ellos US$ 1.778 corresponden al sector petrolero y US$ 2.804 a explotación de minas y canteras. El resto se distribuye entre varios sectores económicos.
Comparado con igual período de 2022, donde el total de la IED fue de US $10.038 (de este total US$ 1.761 corresponden a sector petrolero y US $1.041 corresponden a explotación de minas y canteras), el total de la IED en el primer semestre de 2023 ha tenido una disminución de US $477 millones que equivalen al 4,75%, frente a igual periodo de 2022.
Otro de los sectores donde los resultados no son nadabuenos para la economía del país, es en el flujo de importaciones y exportaciones. Los resultados de exportaciones en el primer semestre del 2023 equivalen a US$ 4.094,8 millones; mientras que en junio de 2022 eran de US$5.913.7, una disminución de US$ 1.818,9 millones (30,7%). Por el lado de las importaciones a junio del 2023 equivalen a US $ 5015.2 millones, mientras que en junio de 2022 eran de US$6.368 millones, lo que representa una caída de US$ 1.352,8 millones (21,24%). Mucho mas grave aún, la queda del Presidente de Analdex por la nula interacción con Gustavo Petro.
Para complementar el complejo panorama económico,de acuerdo al reciente informe del DANE, la industria cae 7.2%, mientras que el sector de la minería crece un 5,2%. Por subsectores, son significativas y preocupantes las cifras: Fabricación de vehículos cae el 27%, textiles cae el 24%, equipos de transporte disminuye el 26.7% y equipo eléctrico baja el 14%.
Por donde se mire, no son nada positivas las perspectivas económicas del país, tal como lo había comentado anteriormente a partir del análisis del nulo crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del segundo trimestre de 2023 (0,3% que equivale a una caída del 97,54% vs igual periodo de 2022). Con estos nuevos resultados que incluyen otras variables de la economía colombiana se consolida la enorme preocupación, dado que cae la Inversión Extranjera Directa (IED); disminuye considerablemente el flujo comercial del país, tanto importaciones como exportaciones; remata la caída considerable del sector industrial que se suma a la caída de vivienda y comercio.
Si a todo lo anterior agregamos la pésima ejecución presupuestal de las diferentes carteras del actual gobierno en lo corrido del año, donde escasamente llegan al 50%, la preocupación aumenta. Uno de los grandes dinamizadores de la economía del país es el Estado a través de la irrigación de recursos desde los diferentes ministerios que generan un gran impulso a los sectores económicos del país mediante la ejecución de sus programas; en este caso es todo lo contrario, lo que genera una mayor contracción.
En conclusión, no solo carecen de fundamento y razón los argumentos que han esbozado desde el equipo de gobierno y sus bodegas de comunicación para tratar de hacer creer que el país tiene muy buenos resultados económicos; todo lo contrario, las cifras en las diferentes variables así lo demuestran, la situación económica colombiana tiende a empeorar a pasos agigantados.
La gestión económica del actual gobierno es desastrosa y las consecuencias empiezan a verse en los diferentes sectores; las perspectivas para lo que resta del año no son las mejores. Personalmente considero que la meta de crecimiento de 1.5% estimada por el Banco de la Republica no se cumplirá. Mas grave aún, el 2024 puede ser mucho peor si el gobierno actual no modifica su esquema de acción y deja de ver a los empresarios como los enemigos a vencer; peor aún si continúa la pésima gestión de su equipo ministerial. Lo que se necesita es concertación y trabajo mancomunado, algo que a Gustavo Petro poco le gusta; muy grave, de esa manera pierde Colombia.