Durante la pandemia todos miraron al campo: fue el sector agropecuario un inmenso sostén en medio de tantas calamidades. Y es una realidad que sólo tres sectores de la economía evitaron fuertes pérdidas durante la pandemia: el gasto del gobierno, las telecomunicaciones y el sector agropecuario.
Sin embargo, el que había sido el momento para el campo, fue opacado prontamente por un paro violento y sus bloqueos: los productores lecheros tuvieron que verter sus cantinas de leche al suelo, los concentrados no llegaron a los productores ganaderos, avícola, porcícola y piscícola, afectando gravemente a las economías y poblaciones que dependen de sus ingresos. La escasez de los productos que generan estos sectores, la sufrieron todos los mercados y por supuesto, los consumidores. Y en la crisis más reciente, los elevados costos de la logística global, encarecieron desde los fertilizantes hasta los insumos más importantes para nuestra producción agropecuaria, en su mayoría importados.
Este es el sector al que el congreso le ha aprobado un exiguo presupuesto para la vigencia fiscal de 2022, que apenas llega a 1.6 billones de pesos dentro de los 359 billones del total. Mirando en retrospectiva y comparando con otros renglones del presupuesto, el trato que se le da a este renglón de la economía, no sólo es inequitativo: el primer presupuesto a consideración del congreso por el gobierno del presidente Duque, por algo más de 259 billones de pesos para la vigencia fiscal del 2019, le asignaba a los gastos de funcionamiento un poco más de 157 billones; esto es, el 60% del total del presupuesto, y al agro 2.3 billones, esto es, menos del 1%. El último de los presupuestos a consideración del congreso por el gobierno del presidente Duque, por 359 billones para la vigencia fiscal de 2022, le asigna a los gastos de funcionamiento 210 billones de pesos, esto es el mismo 60%, pero el billón 600 mil millones para el agro no alcanza ni el 0.5% del total del presupuesto, en medio de una grave crisis.
Cómo no aplaudir el esfuerzo que hace el gobierno por incrementar el presupuesto de la educación: durante el cuatrienio del gobierno Duque, es el sector de la economía que ha recibido la mayor atención. Desde la vigencia fiscal del año 2019 recibe más de 40 billones de pesos al año, y ha venido incrementándose a un ritmo de más de 3 billones anuales (al rededor del 7% anual), hasta llegar a la cifra de 49.4 billones para la vigencia fiscal de 2022. Así mismo, el presupuesto de inversión no ha dejado de crecer, pasando de un 15% del presupuesto en 2019 hasta un 17% en 2022, aún cuando hemos tenido que dedicar mayores recursos para el servicio de la deuda, evitando que las firmas calificadoras de riesgo nos golpeen fuertemente en un entorno de crisis global.
Vale la pena hacerle un llamado a la clase dirigente, para que no dé la espalda al campo, luego de haber demostrado la valía de una diversa despensa asegurando las necesidades básicas de todos los colombianos, aún en las más graves crisis, demostrándonos las bondades de disponer de una rica canasta que surta los mercados de nuestras ciudades, de nuestros colegios, que garantice el desarrollo de nuestros niños. Disponer de un presupuesto más generoso para nuestro sector agropecuario no es solamente un gesto de agradecimiento, sino la posibilidad de activar una despensa de alimentos que cuenta con una de las fronteras agrícolas mas extensas (40 millones de hectáreas) y desaprovechadas del mundo.