El excongresista Bernardo “Ñoño” Elías prendió el ventilador esta semana y contó detalles sobre el ingreso de dineros sucios de Odebrecht a la campaña para la reelección de Juan Manuel Santos.
Sus declaraciones hacen que esta situación se parezca al proceso ocho mil de Ernesto Samper, con la gran diferencia que en el caso de Samper la plata provino del narcotráfico, enviada por los capos del cartel de Cali, por lo que siendo candidato fue muy cuidadoso y evitó cualquier contacto directo con los financiadores. Los colombianos nunca olvidarán la grabación de la conversación entre Samper y Elizabeth Montoya de Sarria, en la cual, la enviada por los jefes del narcotráfico obtuvo su famosísimo apodo. La conversación fue:
Ernesto Samper: Mona, pero ¿Cómo hago para volarme si tengo un programa de televisión acá? Le hice un campito a las doce y media. Venga, no sea así de retrechera.
Elizabeth Montoya: No, Ernestico, por favor. Por favor, no me vayas a hacer quedar mal. Yo que tanto te quiero, no me vayas a hacer quedar mal. Son diez minutos.
Samper le ofreció a la Monita Retrechera enviar a Santiago Medina, o enviar a Fernando Botero, pero teniendo en cuenta la inmensa cantidad de dinero, los capos querían hablar con el candidato. Poco tiempo después, la Monita murió baleada por sicarios.
El caso que denuncia esta semana el “Ñoño Elías” es conocido desde hace tiempo, pero no causa tanto impacto como el ocho mil, por cuanto Odebrecht era considerada una empresa legal, e incluso muy prestigiosa, para la época de la campaña de Santos. Sus actos ilícitos y sobornos se conocieron después, por lo que para la campaña de Santos no debió ser tan grave recibir sus dineros a cambio de ofrecimientos de contratos que se firmarían luego de ganar la presidencia. De cualquier manera, la afirmación del “Ñoño” que la Revista Semana usa como título de una entrevista sobre el tema, es muy diciente: “Hubo plata corrupta en la reelección”. Por supuesto, Santos también afirma que fue a sus espaldas. La realidad es que su contrincante en la campaña por la reelección, Oscar Iván Zuluaga, lo había derrotado en la primera vuelta y le habría ganado en la segunda, si no es por la plata que inyectó la campaña de Santos gracias a Odebrecht en algunas regiones del país, principalmente en la Costa Atlántica con su aliado de ese entonces, Bernardo, el “Ñoño” Elías.
Dentro de los más afectados por las declaraciones de Elías, además del mismo Santos, está su exgerente de campaña Roberto Prieto, quien hasta ahora la estaba sacando muy barata. Se encuentra detenido en una instalación no carcelaria con una condena de cinco años. Incluso ya está pidiendo el beneficio de casa por cárcel para purgar lo que le falta. Ahora, luego del testimonio de Elías, Prieto enfrenta un nuevo juicio por lavado de activos, con la probabilidad de una condena que puede llegar a los veinte años y en condiciones de reclusión totalmente distintas. Aunque su decisión siempre ha sido proteger a capa y espada a su presidente Santos, hoy debería estar comenzando a considerar la posibilidad de colaborar verdaderamente con la Justicia. Hay otros implicados además de Prieto, que también están amenazados con largas condenas y que podrían estar considerando la misma posibilidad, por lo que parece que finalmente se conocerá la verdad sobre la financiación de esa campaña.
La senadora María Fernanda Cabal envió una solicitud al Comité del Parlamento Europeo para que retiren el premio Nobel de Paz a Santos. Ese premio nunca se lo han debido dar, si recordamos que en el plebiscito los colombianos rechazamos los acuerdos de paz con las Farc y Santos se pasó por la faja el resultado.
“Ñoño” Elías ha anunciado que todavía tiene otros secretos para revelar, por lo que parece que a esta historia todavía le falta mucho para llegar a su final.