Por: Duván Idarraga
Como he escrito en columnas anteriores, para este 2024 mi
preocupación más fuerte en aspectos económicos está relacionada con el
manejo fiscal y en especial las definiciones en materia de finanzas
públicas de Colombia por parte de este gobierno; todo indica que mis
preocupaciones estaban fundamentadas y ello se está materializando con
impactos muy negativos para el desempeño económico del país.
Como era de esperarse, tal como lo había comentado, ante los
disminuidos resultados en los estados financieros de las empresas de
Colombia (recordemos que aportan más del 90% de los impuestos que
recauda la nación) por sus deficientes resultados durante el año
2023, el recaudo de impuestos ha venido cayendo mes tras mes en es lo
corrido del año 2024. Adicionalmente, como también lo había
expresado, en las cuentas fiscales del gobierno del señor Petro para el
2024 se estimaban unos ingresos con dudosas posibilidades de ser
alcanzados y que representaba una cifra cercana a los $25 billones durante el 2024 (producto de ingresos por litigios y reducción de la evasión); a la fecha no se han alcanzado.
El CARF (Comité Autónomo de Regla Fiscal), en su informe a marzo 31 de 2024, dice que el recaudo acumulado a marzo alcanzó $67,2 billones, con un crecimiento de 4,7 % nominal(es decir, sin descontar la inflación) y una reducción de 1,2 % real (es decir, descontando la inflación) frente al acumulado del mismo periodo de 2023. Adicionalmente, comentan que el recaudo es del 21,5 % de la meta para 2024 ($312,4 billones) y se ubica por debajo de la ejecución proyectada (23,0 %),recordando que el objetivo previsto por el Gobierno era de $71,9 billones entre enero y marzo; es decir $4.7 billones menos, que equivalen al 6.53%.
En un meme publicado en la red X por Felipe Campos, experto en temas
económicos, se observa una frase que define perfectamente lo que viene
ocurriendo: “Un problema de subalterno y jefe: En la DIAN no le dicen a su Minhacienda que ese recaudo es imposible; en Minhacienda no le dicen al gobierno que ese gasto es insostenible. ”
Ante este panorama de disminución de ingresos y ante el incremento desbordado en los gastos contemplados en presupuesto general de la nación
aprobado para el 2024 (adicional al incremento de la burocracia
oficial), es absolutamente claro que el déficit fiscal se va a desbordar
y para el año 2024 se estima que alcance el tope máximo permitido por
la regla fiscal que es del 5.3% del Producto Interno Bruto, todo un despropósito que está generando inquietudes entre expertos del mercado.
Como los estudiantes desaplicados, la solución para este gobierno no
es ajustar los gastos; tampoco mirar cómo pueden optimizar los
recursos y cómo pueden incrementar los ingresos. Han optado por la más
fácil para ellos: Anunciar la necesidad de otra reforma tributaria y lo más grave, van a presentar al Congreso un proyecto de ley para modificar la Regla Fiscal.
Por supuesto, este es un mensaje que genera mucha incertidumbre para los inversionistas privados, nacionales e internacionales, que siempre han considerado a Colombia un país con gran ortodoxia fiscal. De
materializarse esta medida, es altamente posible que las Calificadoras
de Riesgo modifiquen a la baja la calificación del país, con las
consecuencias negativas que ellos tienen en lo económico y fiscal.
Como si lo anterior no fuera poco, se aprobó en plenaria del Senado
la Reforma Pensional, incluyendo la propuesta de que el ahorro pensional
que hoy manejan los Fondos Privados (que pertenecen a cada uno de los
ahorradores que los manejan en sus cuentas individuales administradas
por éstos) que suman casi $400 billones, sean manejados por el banco de la República.
Inicialmente, esto último podría considerarse una buena decisión dada
la formación técnica y carácter ortodoxo de la Junta Directiva de dicha
entidad. Hay dos aspectos a considerar frente a esta opción: El
primero, habrá que ver si constitucionalmente el Banco de la República
tiene esa facultad; es posible que sea un elemento que
la Corte Constitucional tumbe, si la reforma pasa como está, en la
Cámara.
Segundo, lo más inquietante: El próximo año el gobierno Petro tendrá
la posibilidad de nombrar dos miembros de la Junta Directiva del Banco y
con ello lograr mayoría en la misma.¿Cuál es la gran preocupación si
esto se da? El señor Petro es muy dado a nombrar personas poco
técnicas e incompetentes en cargos de altísima especialización para su
manejo, como lo hizo ya en el Departamento de Planeación Nacional (nombró a un funcionario que ni siquiera es economista y no le gustan los números); o, en el DPS, donde nombró a una persona que escasamente es bachiller. De mantenerse esta tendencia y nombrar en la Junta Directiva personas poco técnicas y conocedoras de la dinámica económica, monetaria y financiera, pero que sean sumisos y obedientes a los caprichos del presidente, podrían tomar decisiones en contra de los intereses del país y que pongan en riesgo esos $400 billones, el ahorro de más de 18 millones de colombianos;
entre ellas, utilizar esos recursos en gastos de funcionamiento y
burocracia (como sucedió en Argentina) e incluso, algo mucho más
grave, tomar la decisión de emitir dinero que Petro ha planteado varias
veces,con las graves consecuencias económicas para el país (como
sucedió en Venezuela, desde la Época de Hugo Chávez de quien Petro fue
asesor económico).
Por donde se mire, el tema fiscal para Colombia en este 2024 no pinta nada bien, por el contrario, cada vez se agudiza más el panorama; por
un lado, si se lleva al máximo el déficit fiscal, por otro, la propuesta
del gobierno de modificar la Regla Fiscal generará mayor incertidumbre
entre inversionistas. Esperemos que el Congreso actúe de manera sensata e
impida ese despropósito.
Por otro lado, un par de noticias positivas que contribuyen a la economía del país: Por un lado, la Junta Directiva del Banco de la República decidió bajar la tasa de interés al 11.75%, es decir una reducción de 50 puntos básicos frente a la anterior del 12.25%. Sin duda, un aspecto que contribuirá a la reactivación económica en la medida de que jalonará las tasas de interés de los intermediarios
del sistema financiero, favoreciendo a los usuarios.
Igualmente, destacar que para marzo 31 del 2024 la inflación anual bajó al 7.36%, manteniendo la tendencia a la baja, otro aspecto en el cual se nota la injerencia y las acciones definidas por la Junta Directiva del Banco de la República
para controlar este flagelo, que afecta a los colombianos y en especial
a las clases menos favorecidas.