Por: Duván Idarraga
Cómo ha sido costumbre del actual gobierno, cada reforma que presenta tiene implicaciones más gravosas para el país que la anterior; se está discutiendo el efecto económico y social que puede significar la reforma de la salud y apareció la reforma la laboral y ahora la pensional que, de aprobarse, tendría un enorme impacto macroeconómico y fiscal para el país.
Recordemos que en campaña Petro hablaba de la necesidad de esa reforma con dos enfoques: Primero, generar subsidios de $500.000 mensuales para adultos mayores (unos 3 millones) lo que significaba al año una cifra cercana a los $18 billones. Segundo, tomar los ahorros individuales de los colombianos en los Fondos Privados de Pensiones estimados en $380 billones, para financiar dichos subsidios.
Ya presentada la reforma se ha encontrado la novedad que ya no se habla de $500,000 pesos mensuales para este subsidio sino una cifra de $223.000 y para 2.5 millones adultos mayores, lo que representa casi $6.7 billones por año. Este valor es menos del 50% que hablaba en campaña, otro de sus incumplimientos. Por otro lado, menciono que según el borrador no se modificaran las edades de jubilación (57 años para mujeres, 62 para hombres); tampoco se modifican los requisitos para acceder a las pensiones.
Uno de los cambios frente al sistema previo, es que quienes se vean cobijados por la reforma, para el régimen de transición ya no se regirán por la edad, sino por el número de semanas cotizadas. Quienes, al momento de entrada en vigencia de la ley, cuenten con 1.000 o más semanas de cotización quedarán en dicho régimen.
Por estos días se ha hecho viral el video de un debate en la campaña presidencial, la candidata Ingrid Betancourt cuestionaba con serios argumentos la propuesta de reforma pensional del entonces candidato Petro, diciéndole que era totalmente inviable. Éste riposta diciendo que él planteaba un sistema como el Francés, a lo cual Ingrid responde que era una de las principales causas del enorme déficit fiscal de Francia y que era algo impagable en el corto y mediano plazo.
También vemos en medios y redes grandes manifestaciones en Francia contra la propuesta de reforma pensional del gobierno de Emmanuel Macron que busca solucionar el gravísimo problema fiscal.
De aprobarse esa reforma tendrían un grave efecto en el mediano plazo para las finanzas colombianas. En mi concepto, el tema pensional no se está enfocando para generar una solución estructural desde el punto de vista económico y financiero.
La propuesta del actual gobierno es populismo en su máxima expresión: Aumenta los gastos del Estado considerablemente con los subsidios que crea; además, podría implicar algo muy grave: Apropiarse de los recursos de los Fondos Privados de Pensiones; algo similar a lo ocurrido en Argentina, donde el gobierno Kirchner usó los ahorros de los FPP, los desapareció y al final redujo las mesadas pensionales de muchos argentinos.
Así resulte poco atractivo, políticamente hablando, el tema pensional debería solucionarse como corresponde en lo técnico y en lo económico. Con el sistema actual hay un enorme impacto fiscal por las erogaciones anuales del Estado; de aprobarse la reforma, éstas se incrementarían exponencialmente al tener que responder por más personas pensionadas (las que ganan menos de 3 smmlv, que obligatoriamente pasan de FPP a Colpensiones). Si adicionalmente se utilizan los ahorros de FPP para subsidios de adultos mayores, el hueco fiscal va a ser muchísimo más grave.
Recuerdo que hace meses circulaba un mensaje de un supuesto analista financiero que expresaba que con lo que cada colombiano pagaba a COLPENSIONES (aporte individual más el del empleador) un colombiano tenía suficiente para recibir del Estado la pensión; en sus cuentas hablaba que ese monto alcanzaba para 18 años.
Lo que ese análisis no mencionó es que la expectativa de vida en Colombia se ha aumentado considerablemente (gracias, entre otras cosas, al sistema de Salud que el presidente actual desea acabar) y hoy una persona vive entre 20 y 25 años después de pensionarse; además existe la pensión de supervivente, lo que adiciona mínimo entre 8 y 10 años.
Es decir, hay un lapso entre 7 y 17 años no financiados por esos aportes; necesariamente ahí entra a operar el subsidio del erario a las pensiones; entre más alta la pensión, mas alto el subsidio. Multipliquen por millones de pensionados, simplemente impagable en el tiempo.
Para una solución técnica y económica del tema pensional y el impacto fiscal se hace necesario algo impopular: Aumentar la edad de jubilación, simultáneamente aumentar los porcentajes de aportes tanto de los trabajadores como de los empleadores. Para disminuir el impacto en el incremento de costos laborales para los empresarios, se debería compensar la medida con una reducción de impuestos. Por supuesto, también se requiere aumentar la base de cotizantes a través de promover y acelerar la formalización laboral; lastimosamente, la reforma en la materia del actual gobierno va a generar el efecto contrario y va a terminar destruyendo el empleo formal.
Podría buscarse una solución intermedia a través de un esquema mixto, es decir, que el Estado garantice una pensión mínima y mediante ahorros individuales el trabajador pueda complementar los recursos para tener una pensión que garantice una vejez digna, con mayores beneficios y calidad de vida. Es modelo se aplica en países cómo Nueva Zelanda, Noruega, Canada, Singapur, entre otros; sin generar tanto impacto fiscal. Pueden consultar en el siguiente link: https://www.lainformacion.com/economia-negocios-y-finanzas/mejores-sistemas-pensiones-jubilacion-dinero/2824153/ .
Es claro que la propuesta de la Reforma pensional como está planteada va a implicar un enorme y mayor compromiso fiscal para Colombia, ya hoy en niveles preocupantes. Aumentar dichos compromisos fiscales puede significar una bomba de tiempo para el país; que, igual como sucede hoy en Francia, en cualquier momento podría explotar con unas consecuencias económicas y sociales muy graves.