- Realidades – No. 626 – Febrero 11 de 2018
- Editorial
El resultado de la más reciente encuesta de opinión de la firma Invamer, realizada para la revista Semana, para Noticias Caracol y para Blu Radio, y que refleja la intención de voto de 1200 personas en 41 municipios de 26 departamentos del país, muestra a Gustavo Petro en el primer lugar.
A la pregunta: “Si las elecciones para presidente fueran mañana, y los candidatos fueran los que aparecen en esta tarjeta, ¿por cuál de ellos votaría usted? Los primeros cinco en la lista, con Iván Duque como candidato por el Centro Democrático, son:
- Gustavo Petro 23,5%
- Sergio Fajardo 20,2%
- German Vargas Lleras 15,6%
- Humberto de la Calle 11%
- Iván Duque 9,2%
Los siguen, comenzando con una distancia de 5% Clara Lopez y luego vienen Juan Carlos Pinzón, Viviane Morales, Piedad Córdoba y el último es Rodrigo Londoño, alias Timochenko, con 1,6%. Cuando la pregunta se hace con Marta Lucía Ramírez en lugar de Ivan Duque, el resultado del Centro Democrático baja al 7,8%, en lugar del 9,2% de Duque.
Llama la atención, que Gustavo Petro, uno de los personajes con una imagen más desfavorable en el país, esté punteando en las encuestas. Petro terminó su período como alcalde de Bogotá con más del 70% de imagen negativa y fue criticado por su deficiente capacidad administrativa. Salió temporalmente del cargo por orden de la Procuraduría y tuvo que acudir a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (cuya tendencia política es ampliamente conocida) para regresar al cargo.
Ese resultado confirma que la gente está aburrida de la actual clase política, con sus derroches de mermelada y acusada de corrupción.
El problema comienza cuando recordamos que así empezó Venezuela. Los partidos tradicionales, encabezados por Acción Democrática y por el COPEI, aburrieron a la gente con su descarada corrupción y politiquería. Fue cuando llegó Hugo Chávez, a quien consideraron inicialmente como el salvador de Venezuela. Casi 20 años después, el Chavismo arruinó al país, le arrebató sus instituciones y su democracia, se apoderó de las Fuerzas Armadas y tiene a la gente aguantando hambre y con la economía más deteriorada del mundo entero.
Al mejor estilo cubano, en Venezuela se hacen elecciones, pero con un solo candidato, Nicolás Maduro, pues su régimen tiene presos a los líderes de la oposición y controla vulgarmente al Consejo Nacional Electoral. Los venezolanos no pueden estar peor.
Gustavo Petro fue amigo cercano y defensor de Hugo Chávez. Militó en el grupo guerrillero M-19 y hoy circulan ampliamente por las redes sociales, sus fotos con los principales jefes de las Farc. El temor de una venezolanización de nuestro país tiene a muchos sectores en alerta. Algunos analistas han calificado las posibilidades políticas de Petro como “aventurerismo, populismo irresponsable y revanchismo de clase”.
A quien más favorece el resultado de las encuestas es a Sergio Fajardo, quien a pesar de haber perdido el liderato en las encuestas, puede ser un buen candidato por quienes se quieren apartar de los radicalismos. Allí también hay un problema. Fajardo ha sido muy criticado por sus gestiones en la Alcaldía de Medellín y en la Gobernación de Antioquia. Hábilmente, ha evitado tocar esos temas durante su campaña, pero mucha gente recuerda muy bien sus errores. Es considerado como un “soñador, con pocas realizaciones concretas”. Apoyó incondicionalmente el proceso de paz y es calificado como muy cercano a las izquierdas, con quienes incluso ha realizado recientes alianzas políticas.
La lista de los candidatos está próxima a concretarse. Algunos movimientos están definiendo posiciones y depuraciones. Ojalá esta vez podamos votar por un buen candidato y no por quien consideramos “el menos malo”.