
En la medida en que se conocen resultados del desempeño económico del sector comercio, tanto en diciembre de 2022, como algunos de sus subsectores en enero del 2023, reflejan una situación especialmente compleja y unas perspectivas difíciles para el resto del año.
Considero importante mencionar que del crecimiento del Producto Interno Bruto que tuvo Colombia en 2021 del 10.3%, parte importante del mismo estuvo sustentado en el sector comercio con un crecimiento del 21%; por eso es relevante lo que le suceda, impacta directamente en la economía del país, no solo en crecimiento si no en generación de empleo.
Según el Presidente de FENALCO, las ventas de diciembre del 2022 del sector comercio tuvieron un resultado negativo ya que “el 71% de los comerciantes vio disminuir sus ventas o escasamente alcanzaron los mismos resultados del año 2021… por otro lado, solo el 29% de los comerciantes incrementó ventas; el 42% vendió cantidades similares y un 29% reporto disminución”. En mi concepto, la decisión adoptada por el actual gobierno de suspender el tercer día sin IVA, que sería el 3 de diciembre, tuvo repercusiones negativas en el desempeño del sector. Recordemos que el segundo día sin IVA del año 2022, en junio, el sector comercio reportó ventas cercanas a los $7.4 billones de pesos; de haberse permitido ese tercer día, sin duda los resultados en ventas habrían sido mucho mejores.
Por el lado de los resultados que se conocen en enero del 2023 para uno de los subsectores del comercio, es significativa la caída en la venta de vehículos, se alcanzaron un 20.2% menos de unidades que en el mismo periodo de 2021. Aquí es importante mencionar qué aspectos como el incremento en las tasas de intereses ha repercutido en la decisión de adquirir vehículo; por supuesto la mayor devaluación también ha afectado ya que se ha incrementado el valor de los vehículos que son mayoritariamente importados; a eso sumamos el indicador de desconfianza en el país lo que igualmente ha afectado en muchos colombianos su intención de endeudarse para adquirir vehículos.
A todo lo anterior debemos adicionar el resultado de la Inflación que en enero cerró en 13.25%, frente al 6.94% de enero del 2022, es decir 6,31 puntos porcentuales más. También preocupa la tendencia de alza que mantiene está variable toda vez que en el 2022 cerro con el 13.12%, pese a los esfuerzos de la Junta Directiva del Banco de la República que en su interés de quebrar la tendencia de alza, para enero subió en 75 puntos básicos la tasa de interés llevándola a 12.75 %. Por supuesto, el alza en esta tasa tiene impacto directo en las tasas de interés que cobran las entidades financieras por sus créditos y mas especialmente en las líneas de consumo (entre ellas las tarjetas de crédito que se usan extensivamente en transacciones de este sector), lo que igualmente tiende a afectar las ventas del comercio.
Este esfuerzo en la tasa de interés lastimosamente no ha sido acompañado con un esfuerzo importante del gobierno nacional en la reducción de sus gastos; por el contrario, no solo aumentó considerablemente el Presupuesto General de la Nación llevándolo a los $405.6 billones (subió 15,1% frente al del año 2022), también creció en burocracia al lograr la creación del Ministerio de la Igualdad. Como si esto fuera poco, el gobierno nacional continúa con su política de incremento mensual del precio de la gasolina (desde agosto de 2022 ha subido $1.250 el galón, casi un 14%) lo que sí lugar a dudas está ejerciendo mayores presiones inflacionarias. Como he mencionado en columnas anteriores, el mayor precio de la gasolina tiene un impacto directamente proporcional en el precio de todos los bienes y servicios que se transan en Colombia ya que todos trasladan este costo al precio final; por ende, la decisión del gobierno actual de acelerar el crecimiento del precio tiene repercusiones negativas en la inflación.
Tampoco podemos olvidar la decisión adoptada por el gobierno actual de fijar un arancel del 40% a la ropa importada; medida que igualmente va a elevar el precio de estos elementos, puede afectar las ventas y generar incremento en la transacción de productos de contrabando; por todos lados se afecta el sector comercio.
Los resultados conocidos en el sector comercio, tanto en diciembre de 2022 como en enero de 2023, no son muy favorables; si a eso sumamos otras variables económicas como devaluación, inflación y nuevos aranceles, nos lleva a considerar que este sector no las tendrá fácil en el resto del año. Si al sector comercio no le va bien, el efecto en el crecimiento del PIB de Colombia se va a sentir, además en el empleo; es altamente probable que muchos establecimientos deban disminuir su personal generándose un efecto bola de nieve muy negativo en toda la economía. Esperemos que esté equivocado.